Miniejercicios para un completo autodominio 4.

El niño coge la cuchara con una mano y el tenedor con la otra. Pincha los espaguetis con tomate, los arrastra hasta la horma de la cuchara; al intentar enroscarlos, las puntas del tenedor patinan sobre la superficie cóncava y catapultan los espaguetis hacia la mesa. Segundo intento: el tenedor resbala sobre la cuchara, patina sobre el plato con la sutileza de Tachenko sobre una pista de hielo, y la mitad de los espaguetis quedan colgando del borde. El niño tira la cuchara al suelo, engancha la pasta con el tenedor y levanta el brazo. Lo que cuelga del tenedor parece la cabeza melenuda de un jíbaro. Intenta llevársela a la boca, pero los espaguetis se le meten en los ojos, le hacen cosquillas en la nariz y le provocan un estornudo. Ventaja: ahora sé qué cantidad de pasta había conseguido meterse en la boca. Sólo hay un referente comparable al estado de la mesa: la playa de Normandía momentos después del desembarco. Tercer intento: el niño tira el tenedor al suelo y hunde la jeta en la masa de pasta igual que un batracio en el lodo. Reprimo cualquier mueca de asco o reprobación. Normalidad. Sólo miro.

Read Full Post »

Miniejercicios para un completo autodominio 3.

Compro un chupachups, le quito el envoltorio, me lo llevo a la boca. Chupando, chupando, lo voy reduciendo sucesivamente a los siguientes tamaños: cereza, canica, esfera PowerBall de pastilla lavavajillas, garbanzo, guisante, bolita de alcanfor, perlita de pendiente, cabeza de cerilla, letra «o» del cuerpo diez, cabeza de alfiler, molécula, átomo, protón, quark, nada. Obsérvese que digo chupando, chupando, no mordiendo, mordiendo.

Read Full Post »

Miniejercicios para un completo autodominio 2.

Estoy en el vestíbulo de casa y oigo a los vecinos al otro lado de la puerta. Miro la pintura desconchada del radiador. Miro las vetas del parqué. Miro el rodapié color crema. Miro mis zapatillas de algodón. Miro el cajetín de las llaves con la foto de mi hija mediana. Miro la cenefa de escayola del techo. No miro por la mirilla.

Read Full Post »

Miniejercicios para un completo autodominio 1.

He ido a la despensa. He sacado una bolsa de patatas. He cogido una. Una, nada más. Me la he metido en la boca y me he deleitado hasta el final con ese sabor que la poderosa industria organoléptica ha diseñado en un millonario departamento de I+D hasta convertirla en un producto irresistiblemente adictivo. Después he cerrado la bolsa y la he guardado en la despensa.

Read Full Post »